ARTISTA PLÁSTICO ESTEBAN PRINCE FIGUEROA

El artista Plástico Esteban Prince Figueroa, nació en San José de Mayo (Uruguay) el 17 de julio de 1980. Miembro de una familia vinculada a la educación y producción artística, toma como referentes a su padre Michel Prince y a su abuelo Luis Prince con quienes da sus primeros pasos en el arte. Atendiendo su  particular interés por la creación artística, concurre de niño al taller de María de los Ángeles Martinez, al Museo Departamental, y participa en las actividades artísticas de los colegios Nuestra Señora del Huerto, Sagrada Familia, Departamental, Hogar Católico, casa de la Cultura, Asociación Cristiana de Jóvenes, etc. Como la mayoría de los jóvenes de San José despuntó sus propias formulaciones creativas en la Semana de la Juventud participando en los grupos y en actividades culturales; exposiciones, talleres, muestras, desfiles, etc. Cursó el Programa de Diseño y Artesanía de ETAPA dirigido por el profesor Carlos Pagani y patrocinado por UNESCO, DINAPYME y la IMSJ, a partir de lo cual desarrolló una intensa actividad artesanal que comprendió el diseño, la manufactura y la gestión, así como la formación contínua en el área. La búsqueda de un camino personal, lo vincula al taller del Artista maragato Alex Morales, donde termina de definir su preferencia por la pintura.

La etapa universitaria, la inicia cursando paralelamente Facultad de Arquitectura y la Escuela Nacional de Bellas Artes hacia donde orienta finalmente su vocación, prestando total dedicación a los cursos, talleres y tareas de extensión. Durante este lapso costea sus estudios aplicándose al trabajo de diseño web, gráfico y artesanal. De la mano de sus docentes de la Escuela Nacional de Bellas Artes y particularmente de su maestro de taller Anhelo Hernández, Esteban Prince continúa con la búsqueda de un lenguaje propio, en el que la estructura, el color, la textura del soporte son el punto de partida para un análisis que se hace a veces obsesivo, para proyectar en líneas y colores su mundo interior, y la búsqueda de la belleza. En esta búsqueda, se especializó en los sistemas más clásicos y matéricos de la representación en el plano: el grafito, el óleo, el fresco, así como también ha traducido el bagaje de esa experiencia al grabado digital y otros lenguajes computarizados. A este respecto, su incursión e indagación en arte digital, se enriqueció con la participación en el Taller sobre estampa digital, del profesor madrileño Juan Carlos Melero realizado en  el IENBA.

En el transcurso de estos años ha participado en diversas muestras colectivas: Quinta del Horno, Museo Departamental, Hogar Católico, Centro Comercial, Muestra itinerante de la IMSJ, AEBU, Teatro Macció, Casa de la Cultura de Libertad, Museo del Gaucho y la Moneda, Espacio Barradas, IENBA, Galería de Diana Saravia, Café de los Tribunales, Café Bonafide, Punta del Este, Bahía (Brasil). También ha incursionado en la pintura mural participando en la creación de diversos murales en los departamentos de Montevideo y San José.

Egresado ahora de la Escuela Nacional de Bellas Artes, inicia un nuevo proceso de investigación, y creación, afirmando su compromiso con la pintura y la exploración en nuevos códigos con que expresarse.

“Con todo, en los cuadros informales parece reconocerse la presencia de una regla, de un sistema de referencias, aunque sea muy distinto de aquellos a los que estamos acostumbrados (y el razonamiento vale lo mismo para la música atonal y para otros fenómenos artísticos). La clave nos la dan los mismos pintores cuando dicen que interrogan las nervaduras de la materia, las texturas de la madera, de la tela de saco o del heno, para descubrir sistemas de relaciones, formas, sugerencias de dirección operativa. En una obra informal, por encima o por debajo del nivel físico-técnico, del nivel semántico, o del nivel de los universos ideológicos connotados, hemos de identificar una especie de nivel microfísico cuyo código extrae el artista de las estructuras de la materia con la que trabaja. No se trata de relacionar los elementos de la substancia de la expresión sino de explorar (como si se utilizara el microscopio) estos elementos (el grumo de color, la disposición de los granos de arena, las deshilachaduras de la tela de saco, los «graffitti» de un muro, etc.) y de aislar un sistema de relaciones. Este sistema se elige como modelo sobre el que se estructurarán el nivel físico-técnico y el semántico; no en el sentido de que la obra proponga imágenes, y por lo tanto significados, sino en el sentido de que configura formas (aunque sean informes) reconocibles.”. 
                                                                                                                                U. Eco (1986)