LA INSTALACIÓN "MIRILLAS"
MIRILLAS
Para un imaginario subjetivo
El punto de vista
Cuando representamos, cuando generamos una imagen, o cuando contemplamos un objeto o su representación, somos más que nunca nosotros mismos: afirmamos nuestro punto de vista único e individual. Sin embargo, partiendo de un punto de vista reducido y limitado el artista es capaz de dar una visión general del mundo. Y el espectador es capaz de percibirla.
El modelo
Desde hace siglos se elaboran máquinas para captar la realidad, para conocer o reproducir la apariencia de las cosas. Para recrear los objetos tal como los veríamos situados con fijeza en un punto determinado. Este punto de vista, de ideal inmovilidad, suele usarse para explicar lo que vemos, para ilustrar la versión ejemplar del objeto. Esteban Prince no se interesa demasiado por esta visión; desliza pequeños datos que perturban la realidad previsible.
Un modelo puede ser un pedazo de cielo, una cama vieja, un jarrón, un ser querido o abominado. Pero el modelo, como el artista, está sometido a un flujo incesante que lo modifica. El objeto es sensible a la mirada.
El que ve
Una obra de arte no es la expresión material de las opiniones del artista, ni la imposición de un punto de vista. Una obra genuina presenta aristas que el propio artista desconoce, extensiones que el autor ignora y que el espectador descifra con sus propias claves.
¿De dónde saca el artista sus imágenes? A veces de la realidad exterior, de un modelo; a veces de la propia imaginación. Pero ¿de qué se alimenta esa imaginación? De todo lo que cada uno de nosotros ha visto y ha vivido, de lo que han vivido nuestros compañeros de camino.
Nuestra visión está teñida de otras visiones: Somos los que alguna vez fuimos; somos también aquellos con los que hemos compartido nuestra vida.
Este fluir impalpable constituye el nudo del arte, su presencia ostensible y su misterioso latido. El arte es un malentendido que genera comprensión.
Otro que mira
El autor de esta muestra prefiere exhibir sus fuentes formales y afectivas, establecer un tránsito libre entre sus obras y las ajenas. Entre el espectador y el mismo autor.
Este juego a pequeña escala es réplica de uno mayor, donde la producción artística es la encargada de encender un fuego que ilumina al que forja la imagen y al que la mira; a los que comparten el presente y a los que ya no están.
La mayoría de los artistas desea mostrar el follaje, Esteban ha decidido mostrar también las raíces.
APARICIO ABELLA